Esta ermita está situada en la carretera hacia Zegama. Está construido con magníficos sillares y bajo cubierta de madera. Su función era atender a los peregrinos. Se remonta al año 1589 y fue reformada en el siglo XIX. Sobre el tejado tiene una torre rectangular con campana en el centro. En su muro aparece la fecha de 1722.
En su interior cuenta con tres altares. El central se decora con un retablo barroco bien conservado. En él hay tallas de Ignacio de Loyola, Francisco de Javier y Carlos de Borromeo. En la cima se ven ángeles de pintura negra. En el centro la imagen de San Sebastián. A los lados se sitúa el pequeño San Roque del siglo XVIII. A la derecha hay otra imagen de San Sebastián, más antigua que la del altar.
La fiesta de esta ermita se celebra el 20 de enero (o domingo siguiente). Los de la casa de al lado hacen labores de sacristán  y preparan un almuerzo para los vecinos.