(Segura, c. 1590 – Zaragoza, 1647)

Doctor; elegido para el obispado. Toma posesión del cargo de capellán de honor de Su Majestad. Está enterrado en el Colegio de la Santísima Trinidad de Zaragoza. En el testamento de 1647 y en el codicilo dejó limosnas exuberantes para los hospitales de Magdalena y San Juan de la villa, y para el Colegio de los Jesuitas de Bergara, siempre con el encargo de que realizaran labores de misión en su pueblo. Fundó la capellanía de San Pedro y San Andres, y una Buena Obra para ayudar a los pobres de Segura4; dio una imagen del Niño Jesús para la parroquia de Santa María y dos cajas de oro, que pertenecieron a las Reinas Reales de Cerdeña, con varias reliquias: las de San Aurelio, Santa Antista, San Leoncio y San Saturnino mártires; y una prenda de la Virgen del convento de las Concepcionistas, de color azul y dorado. Una de nuestras calles tiene su nombre.